Traducción inédita al español del libro De París a Pekín a través de Siberia, publicado por el aventurero francés Víctor Meignan en 1875. Este es el relato de un viaje temerario que vio a Meignan cruzar Siberia, con la dureza del pleno invierno, hasta alcanzar la capital china, Pekín.

En octubre de 1873, Meignan partió de una estación ferroviaria de París para viajar por tren hasta Rusia. En esta primera etapa de su viaje pasó por San Petersburgo, Moscú y Nizni Nóvgorod. Desde esta última ciudad, comenzó la segunda y más larga etapa de su periplo: un trayecto hecho mayormente en trineo, desde Nóvgorod hasta Urga (antigua Ulán Bator, Mongolia). Durante esa parte del viaje, Meignan tuvo la oportunidad de conocer íntimamente el modo de vida ruso, especialmente las peculiaridades de la condición siberiana. Esa era una época en la que Rusia se abría tímidamente a reformas, y el relato de Meignan ofrece una ventana única que arroja luz sobre la lenta adopción de cambios en la sociedad rusa de la época.

A medida que nuestro viajero prosigue en su ruta hacia el este, se verá envuelto en distintas aventuras que estuvieron a punto de costarle la vida. En una ocasión, mientras viajaba con su guía y otro acompañante, el primero perdió el rumbo en medio de un lago congelado y tuvieron que hacer noche a la intemperie; sin estar seguros si el hielo podría haber aguantado su peso durante la noche.

En la tercera etapa del viaje se unió a una caravana de mercaderes de té para poder cruzar el temible desierto de Gobi hasta llegar a China propiamente dicha. Una vez alcanzado el suelo del Celeste Imperio, el trayecto de Meignan discurriría por carreteras entre las pintorescas aldeas chinas. Allí, Meignan tuvo el placer de contemplar estructuras milenarias como la Gran Muralla o pueblos amurallados en buen estado de conservación que evocaban el conflictivo pasado de la región.