CHINA-TIBET-ASSAM
A principios del siglo XX se desconocía si la parte superior de los ríos Yangtsé, Mekong o Salween se correspondía con el gran río tibetano Tsangpo. Quien resolviese el llamado «problema del Tsangpo» tenía asegurada la entrada de su nombre en los libros de historia.
En 1911, solo y sin ningún apoyo oficial, el oficial británico Frederick Marshman Bailey montó una expedición para resolver dicho problema geográfico.
Desde Pekín se dirigió por ferrocarril a Hankou, y desde allí viajó por el interior en barco y a caballo, alcanzando la frontera tibetana cerca de Yenching, en el Mekong. Este fue el punto más lejano al que le permitiría alcanzar su pasaporte chino, pues no tenía permiso para entrar en Tíbet. No obstante, continuó unos 97 kilómetros en dirección sur-suroeste hasta la villa de Menkong, y otros 193 kilómetros en dirección oeste y noroeste hasta el monasterio de Shugden Gompa. Aquí, en el umbral de la zona por la que discurre el Tsangpo, fue rechazado por las autoridades tibetanas. Volvió sobre sus pasos unos 100 kilómetros hasta Drowa Gompa, bajó por el río Zayul Chu hasta Rima, en la frontera entre el Tíbet y la India, y atravesó la región de Mishmi hasta Sadiya, adonde llegó a principios de agosto de 1911.
Aunque Bailey no logró el objetivo principal del viaje, atravesó muchos territorios desconocidos y recogió datos geográficos y de otro tipo. De especial interés es su descripción de la flora y fauna a lo largo de su ruta; así como los registros etnográficos de las diversas tribus con las que entró en contacto.
Hoy, más de un siglo después de su viaje, el principal interés del libro de Bailey reside en la prueba que ofrece de lo que puede conseguirse con una expedición a escala extremadamente modesta. Juzgado por este o cualquier otro criterio, es un libro admirable: sin pretensiones, íntimo, claro y conciso.
Traducido por el antropólogo y experto en estudios tibetanos Santiago Lazcano, este es otro título inédito en español que verá la luz este el 16 de Octubre de 2023.